Por: Sandy Alonso Castro
Martha Fajardo dentro de sus
grandes recorridos por la educación, propone funciones que el maestro de
preescolar como el de primaria debe poner en práctica con sus estudiantes y de
este modo, poder analizar y reflexionar sobre aquellas obras que permitirán y
favorecerán una buena lectura literaria para los niños, pero no sólo basado en
una alfabetización, sino que el niño sea capaz de comprender lo que lee y lo
relacione con su contexto.
Así pues, los criterios que
establece Fajardo para seleccionar libros de lectura para los niños son los
siguientes:
J
MODELACIÓN: Todos los seres humanos en su mayoría sabemos que biológicamente
estamos destinados a aprender a través de la imitación y sobre todo en el
ámbito educativo es donde esto predomina, pues, para nadie es un secreto que el
profesor siempre es el ejemplo para sus estudiantes y ellos lo querrán imitar
en sus gestos, actitudes, comportamientos, etc.
Por ende, de acuerdo a Martha,
ese proceso de modelación debe aprovecharse para incentivar a los niños a que
lean, puesto que, si el sujeto se encuentra en un ambiente rodeado de lectores,
posiblemente se despertará en él ese deseo de leer y así mismo, incorporará la
lectura a su propia vida.
Igualmente, la modelación invita
a que el docente sea capaz de contarles a sus alumnos aquellas obras que ha
leído y que se desarrolle un diálogo en pro de una nueva historia, de modo que,
sienta amor por la narratividad y ponga en práctica sus habilidades lectoras
que con el tiempo y el ejemplo se irán formando.
No se puede olvidar, que a pesar
de los papás ser los primeros agentes formadores de sus hijos, la escuela
también juega un papel muy importante dentro de cada niño, por ello, las
costumbres adquiridas en la familia, serán las que se podrán reforzar en el
colegio, es decir, si el papá o la mamá acostumbraban a leerle antes de dormir,
en las mañana o en cualquier momento, seguramente, el estudiante tendrá muy
despierto el hábito de la lectura y dentro del aula de clase no leeré por
obligación sino por placer, porque le gusta y se siente emocionado al conocer
diferentes historias que lo conectan con otro mundo. De esta forma, la labor
docente se verá engrandecida y en cada una de las clases se evidenciará una
lectura fluida, donde capte la atención de los alumnos y vean que ese es el
ejemplo que deben seguir.
J
PROMOCIÓN: Según Martha Fajardo, “el maestro de prelectura y lectura inicial
es un promotor. Entendiendo por promotor el adulto o sujeto capaz de animar la
lectura específica de un libro o texto”, de acuerdo a ello, en éste criterio es
imprescindible que el docente o aquella persona que vaya a realizar el proceso
de promoción sea realmente un motivador, donde logre que sus estudiantes lean
por su propia cuenta y más que una obligación sea una elección de ellos mismo.
Claro está, que el educador no
sólo debe decirle a los niños “lean, lean, eso es muy chévere” sin darles el
más mínimo ejemplo, al contrario, debe manifestar su amor y pasión por los
libros, entonces, como decía Vasco “tratar de formar pequeños lectores, mejor
dicho, ratoncitos de biblioteca, sin involucrarse de manera afectiva , no
funciona” (2008). Por ello, el promotor debe brindar un abrazo al oyente, una
palabra que lo lleve a imaginar cosas nuevas y de esa forma, pueda ir
adquiriendo un llamado hacia la lectura, pero no sólo se basa en un trabajo del
maestro y el alumno, los papás también deben estar inmerso en este camino, se
debe enseñar a los padres a leer con sus hijos, que compartan y expongan sus
enseñanzas frente a las obras leídas, sin embargo, si no se trabaja en equipo,
dicha promoción podrá ser insuficiente.
Así, como afirma Rodari “Hay dos
clases de niños que leen: los que lo hacen para la escuela, porque leer es un
ejercicio, su deber, su trabajo; y los que leen para ellos mismos, por gusto,
para satisfacer una necesidad personal de información o para poner en acción su
imaginación. (1987).
J
LA TAREA CRÍTICA: Éste
criterio hace referencia a la labor que tienen muchos docentes al escoger las
obras literarias que los niños leerán durante el año escolar, no se trata de
elegir un libro donde las editoriales crezcan económicamente, sino que en
primer lugar, le resuelva una necesidad profunda al estudiante, y no por el
contrario sea un texto que responda a gustos de momento, que por lo general son
efímeros. Más bien, se deben buscar textos que puedan ser leídos durante muchos
años por diferentes generaciones.
Igualmente, los educadores pueden
hacer que los niños participen en la selección de lo que quieren leer y así, el
promotor pueda descubrir aquellos temas que a los estudiantes les interesa y
serán de su agrado, de tal forma, que le quede fácil analizar aquellos
parámetros que utilizan para escoger sus textos. En el momento de la clase, el
maestro puede generar espacios donde el niño cuente sus experiencias lectoras y
poco a poco vaya construyendo su identidad literaria.
Textos sugeridos para grado segundo, aunque
las obras literarias no son escritas para un público determinado sino para todo
el mundo:
Sandy, es una reseña pertinente de Fajardo y haz logrado comprender los críterios de selección de libros de literatura para ti y los niños. Por que agrego , que los libros seleccioandos también son para el maestro, lo importante es que los leamos y nos apasionen , la pasión decira Borges,permite al otro acercarse a los libros.
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