viernes, 21 de marzo de 2014

¿CÓMO HACER PARA QUE LOS NIÑOS LEAN?



   ¿LOS MAESTROS DE LITERATURA LEEN Y ESCRIBEN?

Entre gansos y vacas: escuela, lectura y literatura.

Ana María Machado en su texto realiza un análisis profundo acerca del tema de la lectura y la escritura, tema inquietante debido a la bajo interés mostrado por los estudiantes, y a partir de varias experiencias se evidencia que la problemática viene desde el núcleo familiar, llegando al aula escolar donde debería generarse el cambio y el ambiente apto para la realización de dichas prácticas; es evidente que los profesores están preocupados por el tema y buscan alternativas de solución, pero como un maestro desea que sus estudiantes se enamoren de la lectura si en su experiencia personal se evidencia una escasa experiencia y manejo del tema, enseñar a leer dice Ana María Machado no es como enseñar a cepillarse  los dientes, y tampoco existe un manual para adquirir dicho habito, para así convertirse en costumbre. 

Frente a la pregunta ¿cómo hacer para que los niños y jóvenes lean más?, ella invierte la pregunta la cual nos lleva a suscitar una reflexión interna y personal, ¿Qué pueden hacer los niños para que los adultos lean más?, a lo que cual Ana María Machado alude que es el ejemplo por parte de maestros y adultos que despierta el interés del niño por leer, ya que en los seres humanos ciertos   hábitos se dan más de forma cultural que  natural.


Como seres provenientes de una cultura y tradición oral, es evidente que la historia misma tomo forma en ellas y gracias  a la imprenta se ha logrado inmortalizar, ahora por medio de la lectura podemos traer el pasado, conocerlo y confrontarlo con nuestro presente, saber por qué y para que de muchas circunstancias que rodearon la construcción social en cuanto a   aspectos políticos, económicos, religiosos, costumbres, sueños y demás.


Pues bien Machado, afirma que los maestros no están desempeñando el papel de lectores, no tienen una relación cercana con los libros, no dan ejemplo y por ende no logran transmitir pasión por conocer el mundo oculto de los libros, es claro que existen excepciones, hay maestros enamorados de la lectura apasionados por el arte de escribir, que logran despertar el gusto, la curiosidad, el placer, el disfrute y el conocimiento que se pude adquirir por medio de un buen hábito lector-escritor.


Es por ello que considero que quien lee conoce en parte la esencia del escritor, quien escribe deja al descubierto su esencia y transmite pensamientos, sueños, experiencias y afectaciones propias; leer no se trata de una obligación y no se puede tratar a los libros como una herramienta para rellenar mentes, para saciar los intereses económicos de las editoriales o para conservarlos quietos e inmóviles a espera de unas manos, unos ojos y unas mentes curiosas que dejen de lado el temor y se lancen a la aventura mágica de diversas historias, a buscar nuevos conocimientos y a confrontar saberes, Machado hace referencia a la forma como algunos maestros sin saber qué hacer con los diferentes textos convierten a los niños en gansos, a los cuales los hace tragar una cantidad de comida, sin alimentarlos de verdad, es decir se lee por leer sin llegar a una verdadera afectación y reflexión frente a lo leído, o por otro lado se les trata como vacas, solo se extrae y se exprime de ello lo que es útil y da respuesta al sistema educativo en pro de alcanzar unas metas y objetivos puramente  académicos, el secreto no está en encontrar la fórmula mágica para que los estudiantes lean, el camino es despertar la curiosidad que está dormida a falta de ejemplo, y de dejar de lado la obligación, se lee para adquirir un conocimiento, para conocer experiencias ajenas, necesario asegurar un encuentro con la lectura, una relación íntima con el libro, y desde luego con la verdadera literatura, no simplemente con libros de auto ayuda o manuales de instrucciones. 

Un verdadero encuentro con  la lectura, da paso a un placer estrictamente humano, placer al pensar cuestionar, reflexionar, argumentar, razonar, confrontar, conocer y reconocernos por medio de la lectura, la oralidad y la escritura.

PAULA BONILLA.



2 comentarios:

  1. Alba Lucia Santiago

    Excelente escrito y reflexión Paula, sobre El texto Entre Gansos y Vacas. Como la autora Pienso que como maestros el primer paso a dar es optar por ser lectores y escritores desde nuestra labor. Esa verdad sobre la ausencia de gusto por la lectura y la escritura de nuestros estudiantes es evidente para todo aquel que le dedica no solo una jornada educativa a la educación y tiempo a verificar esta realidad en las aulas al interrogarse por el trabajo de los estudiantes, sino de aquellos que a diario nos cuestionamos sobre este acontecer y buscamos formas para cambiar esta realidad y pensar una población en las aulas interesada por el maravilloso mundo de los libros, que sin duda a leer la autora Ana María Machado, es un buen modelo a seguir para reiniciar un nuevo pensar de la lectura y de la escritura en nuestras escuelas. En primer lugar como maestros debemos esforzarnos en encontrar ese gusto por la lectura donde esta acto de aprendizaje tan generoso en dar conocimientos, no sea un motivo de preparar una clase, suplir una necesidad ya sea intelectual, de carácter obligatorio o curricular, sino un motivo de encuentro con nuestra necesidad de conocer aquello que desconocemos y con ello buscar nuevas formas de recrear el intercambio de conocimiento en nuestros espacios educativos.

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  2. Claro que si Alba, ya que al leer nos encontramos, reconocemos y damos formas diferentes de expresión e interpretación, es salir de nuestro propio mundo y crear espacios reflexivos frente a sucesos reales a partir la magia de la imaginación.
    Todo pensamiento lleva una acción y dicha acción lleva a una reflexión.

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