EL cuerpo.

Carta a mi cuerpo.      

                                                                   

Extasiada estoy ante tan majestuoso piel que cubre mi existencia, una a una sus partes se unen como piezas musicales, una a una tiene notas que musicalizan mi ser, pero que ha pasado ¿Cuánto tiempo os he tenido olvidados?, están siempre conmigo, presente en todo lo que hago pero nunca los he alagado, por tan hermosa labor de estar siempre a mi lado.

Muchas veces has hablado pero sin nunca ser escuchado, pero aun así no me has abandonados, considero que tanto mis manos, como mis pies, mi cabeza, espalda, cintura, caderas y demás partes de este maravilloso mundo han dado paso a un cuerpo hermoso digno de ser envidiado, ha soportado como cual soldado miles de torturas, maltratos, reglas y amoldamientos sin jamás haberles  preguntado,

Ahora bien pensando en cuanto los he tenido olvidados prometo de hoy en adelante tenerlos en cuenta y escucharlos, jamás se volverán a sentir violados.

Con profunda tristeza y apenada se despide.

Paula.

  

Respuesta del cuerpo.

La felicidad me embarga al leer tus líneas, creo que por fin me has escuchado, somos parte de un solo engranaje, cuerpo, corazón y mente en un solo empaque.

Tú no puedes vivir sin nosotros y nosotros sin ti no somos nada, eres hermosa desde tu interior,  te sientes orgullosa y muestras con altivez tu cuerpo que soy yo, que aunque no perfecto, te acompaño en tus más duras batallas, sufro con tus derrotas y gozo con tu valor al luchar por tus ideales, sin importar cuan fuertes es el tropezón.

No te preocupes perdono tu olvido, y siento tu dolor, y no olvides que siento aun cuando luchas valiente por conservar tu esencia, el vivir no solo conforme a las normas al no aceptar reglas que moldean tu pensamiento, tu accionar y hasta tus sentimientos.

 Escúchate a ti misma y no hagas a otros lo que puedan causarles dolor a sus cuerpos, recuerda que cada uno sin importar el color, las medidas, el sexo, o la condición económica estamos hechos para cumplir con honor el resguardar sus ideas y soportar con amor las duras cicatrices como marcas de honor.

Con agrado se despide 

Tu cuerpo.