Querido diario:
...
En quinto curso tuve
una maestra que acostumbraba a llamarme holgazán delante de toda la clase.
Siempre me escogía para leer delante de todos. Sabía que yo no era capaz de
leer ni de hablar muy bien, y que cuando leo debo hacerlo muy lentamente.
Todos se reían de mí y me trataban como a un tonto. Odiaba la escuela. Desde
aquel año nunca he sido capaz de leer en voz alta y aún hoy me asusta la idea
de que la gente se ría de mí y me llame estúpido.
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CARTA DE RESPUESTA:
Querida estudiante, espero te encuentres muy bien.
Es para mí muy grato saber que me tienes mucha confianza y que a
través de tu diario por escrito puedes contarme lo que sucede.
Entiendo tu situación y te entiendo a ti, porque sé que no es
fácil que nosotras asistamos al colegio con mucha energía y de repente, una
profesora te imponga lo que debes hacer y tras del hecho no se refiera a ti en
buenos términos. Puedo comprender que dentro de tu alma y corazón llevas
grandes tristezas y dolores porque ella con sus palabras logró marcarte para
siempre, sin embargo, no es tarde para retomar el camino y reconstruir aquellos
años en los que dejaste de leer pese a ello.
Siempre te has caracterizado por ser una buena estudiante, y
segura estoy que si inicias nuevamente con esa pasión por la lectura, por el
imaginar y soñar a través de diferentes historias, por sentirte como la
protagonista y por engrandecer tu corazón con olores y colores, posiblemente
saldrás adelante y retomarás lo que algún día dejaste en el olvido. Pero dale,
ánimo, aún hay muchas historias que esperan ser leídas por ti y esto te
generará confianza en ti misma, una tranquilidad que hace mucho no sentías y
obviamente, el abrir un libro te abrirá a su vez, nuevos y grandes caminos por
descubrir. La lectura nos llena el cuerpo, el alma y todo lo que poseemos,
porque es por medio de ella que logramos crecer y sentir amor propio.
Adelante, date la oportunidad de poner todos tus sentidos en tu
cuerpo y sentirte motivada por todos los libros que lees, porque sé que de
alguna manera no sólo te incitarán a seguirlos leyendo sino que también, te
llevarán a crear a partir de ellas nuevas historias hechas por ti, donde la
imaginación y tus emociones se apoderan de ti al querer expresar lo que tanto
amas hacer el leer y escribir gracias a otros autores e invención tuya. Así
que, deja el temor a un lado y toma el riesgo de vivir intensamente utilizando
la lectura y escritura literaria de diferentes formas.
Espero pronto alguna decisión tuya y si quieres puedo ser tu
compañera de viaje al mundo que estarás por descubrir muy pronto.
Un abrazo
Atentamente: Sandy Alonso
Quiero compartir la plegaria de un estudiante del biologo y epistemólogo chileno.
ResponderEliminarPLEGARIA DEL ESTUDIANTE
¿Por qué me impones lo que sabes si quiero yo aprender lo desconocido y ser fuente de mi propio descubrimiento? (…)
No quiero la verdad, dame lo desconocido.
Déjame negarte al hacer mi mundo para que yo pueda también ser mi propia negación y a mi vez ser negado. (…)
¿Cómo estar en lo nuevo sin abandonar lo presente?
No me instruyas, déjame vivir viviendo junto a mí; (…)
Me dices que lo desconocido no se puede enseñar, yo digo que tampoco se enseña lo conocido y que cada hombre hace el mundo al vivir. (…)
¿No te das cuenta de que has querido combatir la ignorancia con la instrucción y que la instrucción es la afirmación de la ignorancia porque destruye la creatividad? (…)
Deja que lo nuevo sea lo nuevo y que el tránsito sea la negación del presente; deja que lo conocido sea mi liberación, no mi esclavitud. (…)
El error será nuevamente posible en el despertar de la creatividad, y el otro tendrá presencia.
Tú, yo y él tendremos que hacer el mundo.
La verdad perderá su imperio para que el ser humano tenga el suyo.
No me instruyas, vive junto a mí, tu fracaso es que yo sea idéntico a ti.
Tomado del módulo, pedagogia y literatura.
¿Cómo curar las heridas de nuestros niños? La literatura una opción.
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